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Hasta ahora hemos comentado el peligro de la redes sociales para la imagen y reputación de nuestra empresa. Pero, ¿y si le damos la vuelta y buscamos la forma de aprovecharnos de ellas?
Hasta ahora había dos formas de afrontar el hecho de que las redes sociales están en todas partes. La primera era esperar a ver que pasa y como repercute a la organización desde fuera y desde el uso que los empleados hacen de ellas (sin duda, no hacer nada nunca puede ser una opción). Según un estudio de Manpower Professional sólo el 20% de las empresas tiene una política definida sobre el uso de las redes sociales en el trabajo. La segunda es controlar/prohibir el uso de todos aquellos a los que podemos influir e intentar censurar lo que va apareciendo por la red (¿controlar una cosa intangible y tan poderosa como internet no es un poco pretencioso?) Así que falta una opción que apenas se ha intentado poner en marcha exceptuando algunas empresas, las de siempre, las que marcan el paso y van por delante, hacer uso y redirigir su influencia en nuestro beneficio.
Los códigos de conducta corporativa no deberían las actividades creativas y de valor añadido de los empleados, más bien deberías desarrollar un ambiente de fomento de esas actividades. Los líderes de las empresas deben encontrar la forma de aprovechar la popularidad y el valor comercial de los social media para impulsar el rendimiento de la empresa.
Se puede buscar el aumento de la productividad utilizando estas redes para. por ejemplo, dar servicios adicionales y de post venta a los clientes.
Las redes sociales son una oportunidad para el desarrollo de las colaboraciones vía internet con otras empresas. Son rápidas y eficaces además de mantener el contacto 24h y por todas las personas de la organización a la vez.
Tener a los empleados como 'amigos' en estas redes es una forma de captar iniciativas y potencialidades. Una nueva manera de gestión del conocimiento que en la mayoría de los casos no puede captarse sólo en el entorno laboral.
Toda organización debería abrir canales de innovación donde se encuentren los clientes, proveedores, empleados, inventores, 'freaks' del sector,... Un nuevo equipo de especializado y que sin duda aumentará la creación de propuestas creativas y de desarrollo.
Son una herramienta perfecta para el desarrollo de la cultura corporativa. Mantener a los empleados implicados e informados de los avances de la empresa y fomentar el respeto y compromiso a los valores y misión de todos. La implicación emocional e intelectual de los empleados hace ganar consistencia como organización y crecimiento como empresa.
Ni que decir tienen las utilidades que para la contratación se brinda desde las redes sociales. Se puede conocer al candidato antes de la entrevista y desde otro punto de vista además de presentar la empresa a los posibles futuros participantes de ella.
Son la herramienta perfecta para el marketing, branding y relaciones públicas. ¿Donde nos vamos a dar a conocer mejor que en la mayor plataforma social del mundo?
Finalmente también podemos utilizar estas redes para lo que primigeniamente servían, para comunicar. son la herramienta perfecta para mandar mensajes a una gran cantidad de gente a la vez en cualquier punto del mundo.
Y es que como toda herramienta poderosa el saber utilizarla es la diferencia entre aprovechar su potencial o perder una oportunidad.
Por cierto, los mayores expertos en desarrollo de estas aplicaciones están ya en las empresas, aunque tengan 20 años. Más fácil imposible.
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