.

ESTRÉS: UN PRISMA MENOS CATASTRÓFICO


El estrés en el puesto de trabajo es uno de los mayores causantes de bajas laborales, conflictos y un factor que afecta de manera negativa a la productividad y subida de costes. Sin duda es el factor primero entre los causantes de deterioro en la salud de los trabajadores. La magnitud del problema se ve fielmente reflejada en informes de la UE que declaran que "el estrés es el riesgo laboral que requiere más medidas preventivas urgentes" y que "el estrés es uno de los problemas de salud más serios del siglo XXI". Estos estudios reflejan que el estrés tiene repercusiones económicas y sociales importantes. Es estrés le supone 20.000 millones de euros a la UE en intervenciones para combatirlo.

El estrés laboral afecta en España a más del 40% de los trabajadores asalariados y a cerca del 50% de los empresarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta enfermedad produjo el 7% ed las bajas de 2008 y el 50% del absentismo. Se estima que entre un 10 y un 15% del PIB de un país se pierde por el absentismo y la rotación causada por el estrés; y entre el  30% y el 40% de todas las bajas por enfermedad se atribuyen a trastornos emocionales o psicológicosSe estima que las demandas por estrés cuestan casi el 10% de los beneficios anuales de una compañía.

Dados estos datos, podría ahora empezar a hacer una campaña en favor de la importancia de contar con buenos profesionales de RR.HH. (mal llamados) siendo estos Psicólogos. Pero no voy a sucumbir a la tentación.

El entorno laboral actual está cambiando. Más allá de la seguridad que generaciones qnteriores han buscado en el trabajo, ahora el contexto laboral se defino por cambios tecnológicos, mayor inseguridad del puesto laboral, incremento del propio trabajo (por reducción de personal), incremento de la jornada laboral, trabajos de mayor presión y menor posibilidad de compaginar una vida familiar o personal. Todo esto, en una economía en la que el factor humano de las organizaciones se está presentando como el as de la manga, el factor diferencial y el elemento a cuidar, no ayuda mucho en la tarea. Por ello los directivos y gestores de personas deben tener claro la importancia de intentar ordenar el entorno (no sólo físico) para poder sacar provecho al 100% de la persona, y no al 20'%, lo cual supondría un balance negativo para la empresa. 

Recientemente se ha incluido el 'síndrome del quemado' (burn out) como enfermedad laboral. Pero en ese aspecto todavía nos queda mucho para llegar a niveles Europeos. La primera acción contra el estrés es la prevención. Y la mejor arma de prevención, la planificación. Pero desde la empresa, también desde el plan estratégico se puede atajar esto. Uno procesos bien definidos, y un ambiente optimo para cada caso (control de la temperatura, ruido, etc.) pueden ayudar a ello. Y sobre todo olvidarnos de la famosa frase de '¡esto lo quiero para mañana!', ya que mañana ya ha pasado y lo único que vamos a conseguir es irritación y desgaste. algunos de los factores que más favorecen la aparición de estrés son: exceso de trabajo, complejidad del puesto, ambigüedad en las funciones, nuevas tecnologías, desarrollo de carreras, relaciones  interpersonales y la interacción con la vida personal.  Las relaciones abiertas y sinceras son una forma de liberar ese desgaste y favorecer, mediante la comunicación, la desaparición de gran parte de ese estrés que acumulamos.

Es importante resaltar que no toda la presión en el trabajo es mala. A corto plazo y al nivel adecuado la presión es necesaria para un funcionamiento óptimo y las personas estamos preparadas para afrontarla. Muchos individuos pueden soportar condiciones de trabajo adversas o trabajar muchas horas excediendo sus propias capacidades durante un espacio corto de tiempo. Sin embargo, un exceso a largo plazo, la falta de control sobre la cantidad de trabajo o trabajar a un ritmo  trepidante, pueden quebrar la armonía entre la salud física y psíquica.

Muchas compañías están previniendo el estrés laboral con Programas de Apoyo al Empleado. Los PAE están reconocidos por compañías públicas y privadas en Europa (incluida España) y EE.UU como un elemento eficaz dentro de las políticas preventivas antiestrés. Las áreas relacionadas con la salud que se han visto beneficiadas con la implantación de los PAE incluyen reducción del absentismo, de costes médicos, de las bajas por estrés, de las demandas de compensación por incapacidad, etc.

No obstante, con una gestión sensible y anticipada se puede evitar tener que llegar a este punto.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario